Lo que sabemos del tiroteo de Orlando

Lo que sabemos sobre el tiroteo de Orlando

Por Gustavo Rubio para Decilo Fuerte

Este fin de semana una noticia conmocionó al mundo nuevamente.
Omar Mir Seddique Mateen, de 29 años de edad, ciudadano de EE.UU., es acusado como el responsable de disparar en una discoteca llena de gente la madrugada del domingo.
El atentado primero y tiroteo después ocurrió en un club nocturno de Orlando el domingo por la mañana, dejando 48 muertos, incluyendo el tirador, así como otros 50 y tantos heridos.
La Policía de Orlando dijo que el sospechoso entró en el club nocturno, un bar gay local, justo después de las 2 a.m. y se tiroteó con un policía que se dice estaba empleado en el club nocturno. El terrorista se abrió paso disparando y tomó numerosos clientes de rehenes. La situación duró cerca de tres horas, y alrededor de las 5 a.m. las autoridades tomaron la decisión de asaltar el club en un esfuerzo por salvar a los rehenes.
Acá también la cosa se vuelve turbia quedando la versión oficial que después de que los rehenes fueron rescatados, los oficiales del equipo SWAT se tirotearon con Mateen, quien murió en la balacera. Ninguno de los integrantes de asalto resultó gravemente herido.
La ATF (Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos en inglés) confirmó que Mateen estaba armado con un rifle calibre .223-semi-automático (el famoso “fusil de asalto” que los medios mencionan) y una pistola de 9 mm. Dichas herramientas elegidas para expresar su odio religioso o sexual fueron adquiridos legalmente…
Esto nos lleva resaltar algunas cosas interesantes que hacen al tema específico de las fallas del control de armas:
Mateen era empleado de una empresa de seguridad pero entre 2012 y 2014, el FBI descubrió que tenía vínculos con un atacante suicida estadounidense y extremista religioso. Sin embargo, Mateen fue considerado en el papeleo como la figura de “no-es-amenaza”. Esto le permitió segur trabajando en un área sensible de la seguridad y le permitió adquirir, porque estaba autorizado por la “sabiduría” del sistema de control de turno, las armas mencionadas.
Teniendo en cuenta lo sucedido surgen varias cuestiones:
1. Mateen usó armas de fuego para atacar inocentes indefensos (en Florida está prohibida la portación en lugares como bares, etc) Bien podría haber puesto una bomba, incendiado el lugar o chocado gente con el auto. Las armas no son el problema, la gente lo es.
2. Si algunos de los clientes hubiesen estado armados, la cosa no hubiese sido tan grave e incluso no hubiese pasado. Este tipo de atentados suceden en lugares en donde el desarme civil es aplicado y las armas de fuego están prohibidas. No es casualidad que estos cobardes elijan esos lugares y no otros en los que las victimas se puedan defender.
3. Todavía está por verse si todas las victimas fatales y heridos fueron a causa del tirador o fueron durante el enfrentamiento con él SWAT. De ser esto último (que es lo más probable por todo el off the récord que hay) pone aún más en tela de juicio el rol del monopolio de la violencia que se busca desde el Estado. Las fuerzas de seguridad llegaron después del inicio de las hostilidades y no se evitó un tiroteo mayor.
4. Todos los controles estatales fallan. En este caso, desde el FBI hasta las autorizaciones para comprar objetos. Fallan porque el criminal siempre va elegir cuando, cómo y dónde.
5. Las víctimas respetaron las leyes y murieron sin poder defenderse. Las leyes de control de armas impidieron que pudieran repeler el ataque y debieron esperar 3 horas de angustia y terror para poder salir. El Estado, por no perder un poder que no tiene, el de la seguridad individual, entregó en bandeja la vida de 100 personas.
Esto nos lleva a lo que Interpol, después de los atentados de Francia, expuso y no se cansa de recomendar. El organismo internacional emitió un informe en cuál establecía que la forma más eficaz y disuasiva que había para combatir los actos de terrorismo de los infames “lobos solitarios” es que las leyes de desarme civil desaparezcan. Que cada ciudadano pueda defenderse y defender a terceros hasta que las fuerzas del orden puedan llegar.
Viendo lo sucedido, algo de lógica tiene. Lástima la cantidad de muertos a manos de criminales agradecidos a los desarmistas con agendas turbias.