La Loteria del 132
Por Gustavo Rubio
En EEUU el pasado fin de semana, más de 800 expositores de la industria y el comercio norteamericano e internacional se hicieron presentes cuando la Asociación Nacional del Rifle (NRA) llevó cabo su convención anual (la número 147) con su característica concurrencia que casi llega a los 90.000 visitantes. En su mayoría armados y para horror de los desarmistas, sin sufrir ninguna herdia o muerte, miles de asistentes pudieron escuchar las palabras de apoyo de su presidente llevando seguridad frente a la ola de propaganda anti armas de grupos económicos, grupos mediáticos y sectores políticos que buscan hacer su negocio a costa de los derechos de las personas. Por esta razón, Donald Trump, en las antípodas de los líderes políticos argentinos, enfatizó nuevamente su apego constitucional en apoyo a quienes tiene armas legalmente con “La Segunda Enmienda jamás estará bajo asedio mientras yo sea su presidente”. A su vez, para seguir estirando esa diferencia con los políticos argentinos, hizo público su respeto a las libertades individuales a la vez que desenmascaraba la mirada parcial de los grandes y cada vez más obsoletos medios comunicación con frases del tenor de “Ojalá los medios hablaran menos de unos pocos tipos malos que tenemos y se fijaran más en nuestros héroes” en referencia a los civiles con portación que han salvado innumerables vidas frente a criminales y desquiciados cuando las fuerzas del orden no habían llegado a intervenir . “Tenía armas, por eso salvó vidas”.
Mientras en el norte un político abiertamente cuestionado y criticado, no tenía miedo de decir lo que pensaba y, sobre todo, declaraba a los cuatro vientos su apoyo a quienes optan por defender sus vidas, las de terceros y sus bienes, por estos lados nos enterábamos que en el partido bonaerense de Lanús lanzaron un servicio para que los vecinos puedan pedir escolta policial que los custodie cuando entran a la cochera…
Si, un delivery de seguridad estatal.
Es así que en Gerli Oeste, Valentín Alsina y Villa de los Industriales los vecinos serán ratones de laboratorio mientras se busca evitar las entraderas en el horario que la mayoría de los habitantes regresa a sus hogares y funciona solamente de 18:30 a 20hs. Los vecinos podrán llamar al 132, que según el municipio, es una línea de emergencias municipal que está conectada con el Centro de Monitoreo local, y a donde se puede llamar ante cualquier urgencia en el distrito. Según explicó el jefe de Gabinete de Lanús, Diego Kravetz “El servicio se puede pedir a través del 132. Al vecino lo va a atender un operador y le va a informar en cuántos minutos va a estar el móvil en su cuadra. Lo usual es que no sean más de cinco minutos, pero va a ir variando según la demanda y el domicilio”
Los barrios seleccionados para el experimento fueron elegidos por la gran cantidad de robos de autos y entraderas detectados en esa zona. Según el municipio Hay diez móviles disponibles para esos tres sectores. “Es una cantidad lógica y confiamos en que el hecho de que nosotros manejemos el tiempo de respuesta nos va a permitir cumplir con la demanda. Tenemos un sistema con geolocalización que ordena el camino que deben hacer las motos o patrulleros según las dirección de los pedidos, cuándo se hicieron y la cercanía. Ya empezamos a dar respuesta a los primeros pedidos”, remató el Jefe de gabinete.
Esta barrabasada, este peligroso experimento social, que tiene infinidad de aristas cuanto menos delicadas, no es más que una cortina de humo para llevar a los afligidos vecinos una cuota de falsa esperanza. Esta especie de placebo frente a una infección es el resultado de las políticas de desarme civil y del enorme estatismo totalitario que venimos sufriendo desde hace décadas. El Estado es todo y la libertad individual casi no existe (un ejemplo al margen: tenemos más de 69000 regulaciones, si fuesen buenas, no estaríamos pasando por lo que vivimos)
Cuando no se quiere admitir que el desarme civil está mal se inventan a las apuradas estas mentiras peligrosas que no llevarán solución al problema de la inseguridad y sólo sirven para promoción política de los responsables de turno ya que les permite decir en los medios que ellos hacen algo.
Esta medida tiene, entre otras cuestiones éticas y filosóficas incompatibles con una sociedad libre, una serie de inconvenientes:
1. Funciona en un rango acotado; en días y horarios arbitrarios. ¿Que sucede si no hay o se atrasa el transporte público? ¿Si alguien llama fuera de horario pidiendo ese servicio se lo negarán? ¿No saben que al ser horarios fijos, le dan a los criminales una ventaja avisando las ventanas de actuación?
2. Según las declaraciones del funcionario, el 132 no es número exclusivo sino que es una línea de emergencias municipal. Es decir, los pedidos de escolta se mezclarán con otras emergencias. ¿A quienes darán prioridad? ¿Cuál sería el criterio?¿El horario?
3. El vecino llama y el operador (¿uno sólo para los tres distritos en hora pico?) le informará al vecino en cuantos minutos estará el móvil en su cuadra. Para toda esta actividad, el vecino deberá detener su vehículo ya que debe llamar por teléfono y como no se puede usar el celular al volante, la persona quedará detenida en un lugar siendo un blanco seguro para los delincuentes en zonas donde oficialmente se han detectado una proliferación de robos y entraderas…
4 “Lo usual es que no sean más de cinco minutos, pero va a ir variando según la demanda y el domicilio” De entrada ya se admite que no van a dar abasto con los pedidos y las distancias haciendo que los 10 patrulleros destinados a esta tarea en ese horario sean improductivos. ¿Y a quienes les tocará estar protegidos? Es a pura suerte porque no alcanzan los móviles. ¿O van a pedir más presupuesto y así aumentar los impuestos?
5. “…confiamos en que el hecho de que nosotros manejemos el tiempo de respuesta nos va a permitir cumplir con la demanda” Palabras siniestras del funcionario. ¿Cómo es eso de manejar tiempos de respuesta? ¿Habrá respuestas más inmediatas que otras? ¿De qué dependen?
Esta búsqueda de dependencia al poder turno, como revelan las palabras del funcionario, atenta contra la libertad de los individuos al poner al gobierno como un ente paternalista y como el único que puede remediar las cosas. Esto no hace más que esconder en falsas soluciones a problemas concretos y complejos un espíritu estatista totalitario.
Esta medida es una suerte de Caballo de Troya y sólo favorece al gobierno de turno. Es un ejemplo más de humo para la tribuna y de salvataje de pellejo que los responsables políticos presentan como una medida acorde a la inseguridad pero que en realidad esconde otra herramienta de control social para los que están dentro de la ley, para los laburantes.
Como ahí mismo advierten no sólo no hay personal suficiente para cubrir a todos los vecinos ni habrá respuesta inmediata (ya que es físicamente imposible) sino que se podrá crear una base de datos con los movimientos vecinales. Al igual que con las garitas de seguridad de algunos barrios pudientes de CABA y el gran Buenos Aires, estos llamados pueden traer más de un dolor de cabeza a futuro.
Toda esta farsa oportunista se arma por no permitir que quienes deseen portar legalmente lo hagan. Esos recursos pueden estar en otros lados más necesarios, ser mejor implementados y de manera más eficiente.
No todo el mundo está dispuesto a portar un arma de fuego. Es más, está probado (tanto por el FBI como por las estadísticas oficiales de cada lugar) que solo el 25% de los tenedores de armas portan en EEUU. El tema es que si se anuncia que la gente puede portar y a razón de esto los delincuentes no sepan quién lo hace y quien no, los delitos disminuirán por simple disuasión y muchos interesados no podrán recibir su cuota de poder o manejar determinado presupuesto.
Pero lo peor, ¿qué sucede con el vecino que en el horario de 18:30 a 20hs de lunes a viernes, no pidió la escolta y sufrió una entradera o un robo?
Siguiendo el lineamiento que la clase política y que los periodistas han tenido hasta ahora me atrevo a decir que le van a transferir la culpa a la pobre víctima por no haber marcado el 132.
Medidas como “Volve a casa seguro” , como fue bautizado este engendro, seguirán siendo una lotería hasta que los individuos se puedan defender en el lugar mientras llega la ayuda del estado, serán una palangana para que los políticos puedan seguir lavándose las manos y seguirán distanciando a los que luchan por las libertades individuales de los que buscan asegurarse un puestito privilegiado en la teta del exprimidor Estado.