Imagen mata ley
Por Gustavo Rubio
Las imágenes de una cámara de seguridad de un supermercado chino muestran las imágenes previas de un crimen con claros “tintes mafiosos” sucedido a pocos metros del lugar. Un hombre a cara descubierta ingresa al negocio, saluda al hombre recostado en la puerta quien, fumando, desconocía que sería la víctima de una ejecución. Sin mediar mayores palabras más de lo pareciera un corto diálogo, se aprecia que el comerciante sale corriendo y el supuesto cliente lo persigue arma en mano para matarlo a pocos metros.
Si, pasó en Rosario.
Nuevamente, la Provincia de Santa Fe ratifica que las políticas de desarme civil que se vienen llevando a cabo en el país desde hace tiempo, siguen apuntalando el crecimiento del crimen y la impunidad de los mafiosos que, como en este caso, actúan en pleno día.
Dichas políticas de desarme se aplican a los ciudadanos que registran sus armas y eligen estar dentro de la ley. Están orientadas a construir poder político (mostrar que se hace algo), controlar a la población (dependen si o si del político de turno y su comisario) y generan una serie de “kioscos” lucrativos (sellos, autorizaciones etc) a costa de los derechos de las personas que están dentro de la ley.
Según las declaraciones policiales santafesinas se presume que el “sicario” utilizó un arma calibre 22 “con silenciador”. Por lo que muestran las imágenes, se confirmaría esa teoría.
Si, un supresor de sonido. Un “silenciador”, un accesorio de uso prohibido según la legislación vigente (Decreto Nacional 395/75. Art 4, inciso 3 punto b). Es decir, un legítimos usuario NO SE PUEDE COMPRAR, TENER NI USAR un “silenciador” porque NO ES LEGAL, NO SE VENDE en comercios. Lamentablemente hay que aclarar esto porque los cráneos que legislan y guían los caminos de la sociedad pareciera que les gusta tener todo predigerido en vez de recurrir a las leyes para poder opinar con criterio sobre lo sucedido en la zona oeste de Rosario.
Seguramente, y conociendo las medidas que han tomado en Santa Fe y que contribuyeron a facilitarle la vida a los criminales y a aumentar los robos, delitos y crímenes que sufren los ciudadanos comunes, más de un iluminado en busca de una escudo mediático o aplausos tribuneros, saldrá a seguir agarrándoselas con los legítimos usuarios y comerciantes, usando los argumentos mentirosos regurgitados por lenguaraces desarmistas que los asesoran a cambio de poder.
Lo sucedido en Rosario, que se suma al reguero de muertos en una supuesta lucha de bandas narcos, pone en evidencia la inutilidad de las innumerables y arbitrarias leyes, decretos y reglamentaciones de armas en Argentina. Ninguna de ellas, ni una sola, evitó ni evitará que los criminales usen armas automáticas, supresores o cualquier material prohibido al común de la gente. Mucho menos hicieron que los delitos y los crímenes disminuyeran.
Los muertos en Rosario demuestran que las leyes desarmistas son un fracaso total que pone en peligro los bienes y las vidas de las personas..
Otra muestra más que hace dudar del sentido de “seguridad” que se intenta vender porque, como cualquier persona mayor de cinco años y con dos dedos de frente bien sabe, los criminales y delincuentes no obedecen las leyes. El sicario del supermercado chino y su silenciador así lo demuestran.
Un legítimo usuario tiene prohibido adquirir un supresor y registrarlo – de paso, como si eso sirviera de algo – como sucede en EEUU, por ejemplo, porque quienes pensaron el decreto pensaron que seguramente así se evita que un criminal pueda asesinar a alguien… ¿Se entiende la lógica de esto? Prohibamos la tenencia de un objeto a todos los que estan dentro d ela ley para que quienes esten fuera de la ley no lo puedan usar…¿Hay lógica?
La imagen de Rosario mata todo relato que intente justificar ese artículo de la ley.
Como esta estupidez legal hay muchísimas otras, como acreditar medios licitos de vida al renovar o sacar la acreditación de LU como si estar desocupado fuera un delito al momento de demostrar que se quiere hacer las cosas dentro de la legalidad… Y así con cada ley, reglamentación y/o decreto de armas y, llegado el caso, la ANMAC.
La maraña de arbitrariedades que es el marco legal de armas de Argentina pareciera estar armado para evitar que las personas comunes, las que están dentro de la ley, las que no son un problema para nadie, tengan la libertad de tener un arma. Son leyes de países más bien totalitarios, en donde la figura del Estado está por encima de los derechos individuales otorgados por una República. Con un certificado de antecedentes penales y un examen psicológico sería más que suficiente pero no. Cuando más trabas se hagan, mejor. Eso ayuda que la Republica caiga. Las leyes de armas están más bien hechas para proteger al funcionario que a quienes deben cuidar. Cuando aumentaron los delitos en Santa Fe, salieron a perseguir LLUU y comerciantes. Cuando aumentaron los crímenes, salieron con la idea crear un banco de datos balísticos sobre armas legales y esperando que los malvivientes lleven una muestra de las ametralladoras y fusiles que usan. Siempre en el zoo, nunca en la jungla, no sea cosa que la gente se avive que no se está trabajando en capacitar a la policía, ni a darles materiales, ni juzgar a criminales.
Las leyes de armas necesitan aggiornarse y adaptarse a los tiempos que corren. Deben ser más simples y claras para evitar la corrupción y la ilegalidad. Por ejemplo, los supresores. Quizás en el pasado, la tenencia de un “silenciador” podría haber traído alguna dificultad momento de investigar el crimen cuando se intentaba buscar testigos que hayan oído algo, determinar el lugar, etc. Nada lo justifica ni prueba la lógica de tal prohibición pero podría llegar a entenderse de alguna manera. Hoy en día, las mal llamadas cámaras de seguridad, dentro de los comercios y en la via pública, registran los hechos. El sonido puede haber estado disminuido y hasta pudo tener tiempo de huir, pero quedó registrado en la filmación. Una imagen vale más que mil palabras, o en este caso, vale más que un disparo “silenciado”.
Me parece que hay que empezar en serio a rever las cosas porque en Rosario quedó en evidencia que las leyes, decretos y reglamentaciones de armas en Argentina se quedaron en el tiempo y muy lejos de un estado democrático y republicano ya que perjudican a quienes están dentro de la ley y no hacen nada para impedir que el crimen se mueva a sus anchas, amparados en la impunidad que les brinda el marco legal que construyen los legisladores y funcionarios asesorados por los desarmistas y que evidentemente buscan damnificar y complicar la vida a los ciudadanos que no son problema de nadie.
¡¡¡ MUY BIEN GUSTAVO !!!
LikeLike