
Los Runners de la Inseguridad
Por Gustavo Rubio
A horas de repetir la Fase 1 de la cuarentena por coronavirus en el Área Metropolitana, Ginés Gonzalez García, el Ministro de Salud que coloca conocidos en puestos claves (como a su chofer en el grupo de infectólogos que asesora al Presidente) o sus emprendimientos cobran ATP (Lanata dixit) mientras que a gran parte de los monotributistas no los dejan trabajar y no califican a las IFE, hizo referencia al tema runners que fue el motivo de polémica entre la Ciudad y la Provincia. GGG reconoció que “no es bueno ver” que se desarrollan ese tipo de prácticas deportivas en la ciudad de Buenos Aires y contrapuso esa situación a las restricciones que se aplicaron en otras zonas del país, donde se restringieron al máximo las actividades permitidas. Es decir, nivelar para abajo sin respetar libertades, realidades ni lógica.
“Por supuesto que el riesgo es bajo en los runners salvo que lo hagan como fueron los primeros días, que fue un desastre, que iban todos juntos. Después de eso, también tenía una gestualidad”, dijo el Ministro en el programa “Sólo una vuelta más”, de Todo Noticias (TN). Pero no se quedó en eso e insistió con el tema “Obviamente tenemos muchas precauciones también en lo gestual. También el entrenamiento del fútbol es posible en los jugadores de elite. Pero el efecto gestual sobre los que quieren jugar al fútbol o los que quieren correr y están en otras jurisdicciones no es bueno, sobre todo en el conurbano; no es bueno ver una vida de ese tipo“. “El efecto gestualidad -continuó el Ministro de Salud- es más que la razón técnica del contagio, que algo hay, y también tiene que ver con cumplir y hacer cumplir”.
El “efecto gestualidad” es lo que marca la narrativa política de gran parte de los gobiernos del 2000 a la fecha en todos los ámbitos incluso en materia de Seguridad. Poco importan los datos concretos y números frios que, como en el caso del COVID19, indican que hay actividades en donde el “riesgo bajo” no importa ya que sólo nos debemos limitar “con cumplir y hacer cumplir” lo que dicen los mandatarios. ¿La República y los derechos individuales? ¿Administrar y gobernar con datos? Bien gracias.
Casi en paralelo, el Ministro de Seguridad de Axel Kicillof, Sergio Berni, también cayó en un “gesto” clásico al decir sin tapujos y con una cara de póquer envidiable “No estoy de acuerdo con que la sociedad se arme… Las armas no son para la sociedad civil. La armas son para aquellos que la Constitución delega. Y delega el monopolio a la fuerza pública” Otro funcionario que debería repasar la Constitución, los tratados y análisis varios, las leyes vigentes y por ahí pensar que las opiniones son personales y no se las pueden imponer a las sociedad porque hay que respetar las leyes. En la Argentina, los civiles pueden tener armas legalmente, le guste al Ministro bonaerense o no.
Lo más sorprendente de todo es lo que agrega inmediatamente a raíz del video en donde se lo ve en un operativo con un Kit Roni, “No sólo tengo portación de armas porque cualquier ciudadano que reúna ciertas condiciones puede hacerlo sino que sigo bajo mi condición de militar” Es decir que se contradice en todo lo anterior para no entrar en los horrores técnicos.
O lo dicho por Berni en un principio es “un gesto” o piensa que solo personas que estén bajo orbita gubernamental tengan derecho a la tenencia y portación de armas de fuego. De todas maneras ninguna de los dichos de Berni son legítimos: El Estado tiene el monopolio de la fuerza y no un Gobierno y los ciudadanos pueden tener armas legalmente en la República Argentina.
Pero quizás la frutilla del postre del “efecto gestual” se evidenció cuando el presidente Alberto Fernández encabezó el lanzamiento del plan nacional contra la violencia de género a principios de julio de este año. No fueron contra los violentos y agresores que destruyen vidas y arruinan familias sino que tuvieron el “gesto” de ir contra los legítimos usuarios otra vez. Nuevamente el gobierno se las agarró con ese grupo de más de un millón de argentinos que elige estar dentro de la ley.
El “efecto gestual” de estigmatizar a los tenedores de armas se ve reflejado en los exámenes psicológicos que en forma periódica deben realizar los legítimos usuarios de armas de fuego “se buscará detectar actitudes machistas para bloquear al acceso a pistolas y revólveres a quienes expongan tendencias agresivas hacia las mujeres” Dejando de lado la discriminación evidente hacia otros hombres y la adjetivación “machista”, el “gesto” busca relacionar a las armas de fuego con la violencia hacia la mujer. La única fuente que prueba esta teoría esgrimida por el Presidente y ese grupo de personas es la fuente de los deseos ya que no hay ningún estudio científico serio ni real que avale dicha postura. Quizás deberíamos preguntarnos cuanto del presupuesto bianual de 18 mil millones de pesos de ese plan nacional financiado por los contribuyentes se esfumarán en mentiras propagandísticas, charlas y conferencias a cargo de vivos e ignorantes y seguirán buscando esos “efectos gestuales” para vender que se está haciendo algo contra la inseguridad escondiendo que es a costa de las libertades y derechos de los argentinos. Un dato a tener en cuenta que no justifica tamaña movida ni las políticas que se buscan imponer: tan sólo el 0,0003% de los legitimos usuarios ha estado relacionado con algún hecho delictivo (no entremos a comparar con los funcionarios ni políticos en donde ese porcentaje es claramente más alto)
El fallido de Gines revela de manera pornográfica como se vienen manejando las políticas contra la Inseguridad en el país: humo para la tribuna, cazar en el zoo, “gestos” en definitiva y nada de datos serios. Mentirle a Doña Rosa para que ella no pregunte y se quede tranquila para poder después actuar en consecuencia y así no quedar mal parados frente a la opinión publica de cara a las elecciones y seguir atornillado al Estado. el “miente, miente que algo quedará”
En el país no hay ninguna política pública en lo referente a armas de fuego basada en una cuota de lógica o datos concretos. Se hace todo según las opiniones y las interpretaciones a medias como las expresadas a las apuradas por Berni o las declaraciones de Marcenac, quien acusa a todos los legitimos usuarios actuales porque un demente con un CLU – otorgado por el RENAR en su momento a pesar de dos advertencias de los psicólogos – asesinó a su hijo. Ni hablemos de la turbia RAD y su lobby político que hace metástasis por los corredores del Gobierno. “Hacer cumplir” sin más justificativo que el sesgo ideológico y subjetivo.
Asi como a los runners de Palermo se los culpó por los contagios de COVID19 en el resto del país a modo de “efecto gestual”, a los legítimos usuarios de armas se los culpa por los hechos de inseguridad llevados a cabo por delincuentes y criminales. Las políticas de “efecto gestual” convirtieron a los legitimos usuarios en los runners de la inseguridad. Una muestra más de todo lo que hay que cambiar de inmediato para que la República Argentina, con sus derechos y garantías constitucionales, no pierda su Estado de Derecho.