Por Gustavo Rubio para Decilo Fuerte
Santa Fe o la locura del desarme civil
Hay un dicho atribuído a Albert Einstein para definir la locura que dice más o menos algo como “la locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes” Si tomamos como referencia esto, podríamos decir que el gobierno de Santa Fe está gravemente y mentalmente insano.
Según una nota publicada en el medio La Capital de esa provincia, se afirma que el “Ante la proliferación de armas en manos de la población civil en Santa Fe, el gobierno provincial pedirá a la Nación poder intervenir en su control, que hasta ahora está reservado a la esfera federal. El Ministerio de Seguridad ya solicitó una audiencia a las autoridades de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), la ex Renar, para coordinar acciones a escala local.” Es decir, el gobierno sigue su safari en el zoológico atacando a la población civil y no a los delincuentes.
Esta cruzada de la mentira y contra los derechos de las personas honestas nació allá en el 2014 cuando a José Corral, acorralado por la insipiente hola de violencia del crímen narco y sus derivados, se le ocurre la genialidad de vender humo para la tribuna y tratar de ocultar los errores en politicas de seguridad en el combate al narco yendo contra lo que le resulta más fácil: la gente que registra su propiedad.
Pasaron 3 años y es evidente que no dió resultado. Los crímenes no bajaron. Se ve que el gobierno santafesino los legítimos usuarios no entienden, así que hay que seguir machacándoles que ellos son los culpables de la sangre derramada. No son culpables las políticas de seguridad mal encaminadas ni los delincuentes, menos los criminales y ni toquemos a los narcos… La culpa, para el gobierno de Santa Fe, la tiene la gente dentro la ley. Bien de manual totalitario.
Es así que siguiendo casi al pie de la letra los lineamientos desarmistas de las ONGs turbias que se aglutinan en la Red Argentina para el Desarme (civil, porque a los delincuentes no les dicen nada) el gobierno santafesino “estima que hay unas 30 mil armas en manos civiles en el Gran Rosario.” Dato bien arbitrario, que golpea el subconsciente colectivo y que es inventado para llevar miedo. ¿De donde sale ese número? Si son armas legales, no son problema porque los tenedores están dentro de la ley. Si son ilegales, ¿por qué no las aseguraron cuando las censaron? Raro. Algo huele mal en la provincia y no es el puerto de Rosario.
En estos mortales manotazos de ahogado surge la figura de Reniero, secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad, fiel sucesor de los desarmistas de la gestión anterior a diciembre del 2015 quien se apura en desvincular a la policía provincial y sus denuncias de corrupción y complicidad narco. “Sólo tuvimos 26 incidentes con armas en manos policiales que están en proceso administrativo…. esto derriba un mito muy instalado vinculado con la cantidad de armas que le roban o se extravían de los agentes de las fuerzas policiales y que después pasa al circuito ilegal”. Haciendo la gran Alzheimer, se olvidó de las 600 armas ilegales encontradas en dependencias policiales en marzo del año pasado… Es así que rápidamente afirma, sin citar estudios ni fuentes ni datos exactos que “lo que ocurre es que hay una gran cantidad de armas en manos civiles en Santa Fe. Algunas, pocas, registradas y la mayoría en el mercado ilegal” O sea que para el, la culpa del tráfico ilegal de armas y los crímenes es del deportista que compra un nuevo fusil, el cazador que tiene la escopeta en el campo o del vecino coleccionista que le gustan los revólveres. Encima remata al mejor estilo stalinista “A todas hay que controlarlas con más intensidad y eficacia”.
Se ve que la politica de seguridad de Santa Fe está desbordada y es evidente que las mentiras del desarme civil no producen ningún resultado positivo sino las acciones tomadas en el 2014 hubiesen solucionado el problema. ¿Se busca algún cambio? ¿Algún giro de 180º? No. Los cráneos encargados de la protección ciudadana, desde su pedestal intocable, vuelven a cabalgar contra los gigantes que su locura imagina. Hacen lo mismo y esperan resultados diferentes. Einstein está marcando casilla de demencia en la evaluación de la Provincia de Santa Fe.
Ante tanto atropello a los derechos de las personas podemos sacar alguna enseñanza del error/horror de Santa Fe y es por eso que debemos recordar que:
1. El problema de la violencia armada no es culpa de los legítimos usuarios.
2. Las políticas para combatir las armas ilegales están mal enfocadas y vulneran derechos de las personas dentro de la ley, más allá de estigmatizarlos y atacarlos.
3. Gran parte de las instituciones encargadas de proteger a la sociedad se encuentran comprometidas, ya sea por la corrupción, ineptitud o aspiraciones políticas, transformándose así en fuerzas que oprimen al individuo y cómplices adecuados de los que eligen estar fuera de la ley.
4. Por lo anterior, existe un uso político de dicha corrupción institucional que deja indefenso al individuo frente a lo peor de la realidad e incluso criminaliza la posibilidad de legítima defensa dejando a las personas como víctimas indefensas frente a lo que el gobierno no puede controlar.
Esperemos que el el gobierno nacional tome realmente cartas en asunto. Es el momento de seguir los lineamientos de Interpol. Natalia Gambaro en el ANMAC y el gobierno de Mauricio Macri desde la gestión federal tienen la oportunidad histórica de dejar de lado las mentiras del desarme civil y aplicar las normas y políticas que sí dieron resultado en países como Canadá, Suiza o Finlandia (por nombrar a algunos) El caso testigo de la Pcia de Santa Fe demuestra, con la sangre inocente de las victimas de sólo estos tres años, que el desarme civil mata y es una locura seguir aplicándolo
Decilo FUERTE 
#NoAlNegociadoDienstANMAC
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